Una experiencia que combina formación de calidad, vida universitaria y cultura viva
No todos los viajes son iguales. Y no todos los programas académicos se viven de la misma forma.
Quienes participan en los viajes académicos organizados por AICU y la Universidad de Salamanca experimentan algo singular: una semana que combina formación intensiva, intercambio cultural y una inmersión total en una ciudad con más de ocho siglos de historia universitaria.
Pero… ¿cómo se vive realmente un día en Salamanca con AICU? ¿Qué pasa más allá de las clases? ¿Qué momentos marcan la experiencia?
Cada día es diferente. El programa está diseñado para ofrecer una variedad de actividades y escenarios que mantienen el interés activo durante toda la semana. A continuación, te lo contamos con más detalle:
Tras el vuelo directo Montevideo–Madrid y un traslado en bus privado, el grupo llega a Salamanca. Pero lejos de ser un día de descanso, la llegada marca el primer contacto emocional con la ciudad.
Ese mismo día se realiza una visita guiada por el centro histórico, a cargo de guías locales certificados. El recorrido atraviesa puntos clave como:
🏛 La imponente Plaza Mayor, considerada una de las más bellas de Europa
⛪ Las Catedrales de Salamanca, que conviven en una sola estructura
📚 El emblemático Edificio Histórico de la Universidad, con su fachada plateresca y la biblioteca antigua
🐚 La Casa de las Conchas, símbolo de la ciudad
🧱 El Convento de San Esteban, joya del Renacimiento español
Esta primera actividad no solo orienta geográficamente, sino que introduce a los participantes en el patrimonio vivo de la ciudad.
Además, esa noche se celebra la cena de bienvenida: un espacio distendido para conocerse, relajarse y comenzar a crear comunidad.
Al día siguiente comienza lo que da sentido a todo el viaje: los cursos intensivos en la Universidad de Salamanca.
Las clases se dictan por la tarde en distintas sedes de la Universidad —como el Colegio Fonseca, el Edificio I+D+i o el Campus Unamuno— y están a cargo de docentes universitarios con experiencia internacional.
El estilo de clase es participativo, con mucha interacción. A diferencia de lo que sucede en experiencias presenciales convencionales, el contexto y la intensidad generan un clima de escucha activa y aprendizaje situado.
Durante las mañanas, el programa ofrece distintas actividades culturales y recorridos que complementan la experiencia académica. Una de las más valoradas es la excursión a Miranda do Douro, en la frontera entre España y Portugal. Allí se realiza un crucero ecológico por el río Duero, que permite:
Conocer un ecosistema de frontera,
Entender la geografía política e histórica de la región,
Compartir una jornada relajada en un entorno natural.
Al regresar, el grupo realiza una caminata al atardecer por el río Tormes, combinando literatura, historia y contemplación del paisaje. Es un momento particularmente emotivo y memorable del viaje.
Uno de los puntos altos de la semana es la visita institucional al Edificio Histórico de la Universidad. Allí se recorre:
El claustro, La Biblioteca Antigua, con volúmenes de incalculable valor, El aula Fray Luis de León, conservada como en el siglo XVI; la búsqueda simbólica de la rana esculpida en la fachada (todo un ritual salmantino), el Paraninfo y El Cielo de Salamanca.
Esta visita profundiza el vínculo emocional con la universidad.
Cada noche, el grupo comparte la cena en el hotel. Esto no es menor: se convierte en un espacio de encuentro, integración y cierre de jornada. Las conversaciones se mezclan con anécdotas, aprendizajes y planes para el día siguiente.
En una de las noches, también se organiza una salida nocturna para vivir la Salamanca universitaria en clave local: bares, música, tapas y ese clima estudiantil que hace de la ciudad un polo cultural todo el año.
El último día de clases concluye con la entrega oficial de diplomas expedidos por la Universidad de Salamanca. Este momento, además de tener valor académico real, resume todo lo vivido: los desafíos, los aprendizajes, los vínculos y el orgullo de haber sido parte.
El programa termina con un viaje de regreso vía Ávila y Madrid. Se visita la muralla medieval de Ávila con guías locales y se realiza una panorámica en bus por la capital española, que incluye íconos como:
Gran Vía
Plaza de España
Cibeles
Parque del Retiro
Puerta de Alcalá
Museo del Prado
Después, el grupo se aloja en un hotel céntrico en Madrid por dos noches, con un día libre para explorar, descansar o continuar viajando.
Lejos de ser una rutina, cada día del viaje está diseñado para tener una identidad propia, con equilibrio entre estudio, exploración, cultura y comunidad.
Y esa diversidad es, quizás, lo que convierte la experiencia AICU en algo tan valioso.
Si sos parte de la próxima edición de los viajes académicos a Salamanca, esta nota te puede servir para imaginar, preparar y comenzar a habitar la experiencia antes de que comience.
Y si todavía lo estás considerando, podés conocer todos los detalles en aicu.org o escribirnos directamente.